Entrando por la puerta roja del Estudio de Grabación de nuestra Iglesia, veo a dos hombre jóvenes con auriculares de estudios sobre sus oídos.  Sus expresiones bien centradas y concentradas.  El más joven de los dos está frente uno de los teclados, mientras que el otro tiene las manos sobre lo que parece una consola llena de botones.  Al estar mirando esto, me doy cuenta que estos hombres son los dos varones que producen música bajo la guía directa del Director Musical:  El Maestro Jesucristo.  Sin una educación formal en la música, sin embargo, bajo la dirección del Creador, todos los años, nuestro Director del Coro de nuestra Iglesia, el Diácono Miguel Ángel Suárez, junto con su hermano, su asistente musical, el Super Evangelista Raúl Suárez, deleitan nuestros oídos físicos y espirituales con música magnifica que viene de lo alto.  Además, nuestras almas son transportadas a lugares más allá de nuestra comprensión.  La música es nuestro transportador de comunicación entre Dios y el hombre en el cual nos convertimos en uno con el Señor.

 

Mi nombre es Miguel Ángel Suárez, soy un Diácono en esta Iglesia gloriosa.  Tengo el privilegio de ser el Director del Coro de ésta Iglesia.  Mi carrera musical comenzó a una edad temprana.  Recuerdo que estaba en la escuela primaria y por primera vez fui introducido a la música por una profesora de música...No mucho después la Verdad llegó a mi hogar, y mi familia y yo empezamos a asistir a los servicios religiosos.  Fue entoces que por primera vez escuché los himnos de adoración a Dios.

 

Desde ese día en adelante mi interés por la música aumentó.  Yo era todavía un niño y la Iglesia en Tijuana, B.C., acababa de establecerse en México.  Un pequeño grupo de ocho se formó y allí comenzó el primer coro de la Iglesia en México y con ello, un mayor sentido de apreciación para la alabanza de Dios por medio de la música.  El 12 de octubre de 1987, con sólo 11 años, dediqué mi vida a Cristo.  Allí participé activamente en el grupo musical "Grupo Amanecer".  A pesar de mi corta edad, me esforcé por aprender el arte de la música...

 

Mi nombre es Gabriel Raúl Suárez, y ostento el rango de Super Evangelista.  Actualmente soy el Asistente Musical de mi amada Iglesia.  Como mi hermano Miguel, el Director del Coro, comencé mi carrera musical a una edad temprana.  Mi padre inculcó en mi hermao y en mí una gran afición por la música.  Recuerdo la primera vez en una Reunión de Ungidos celebradas en Tijuana, B.C., México, donde toqué mi primer himno con un pequeño piano el himno congregacional, "En Busca de Obreros".  A partir de ese momento, me di cuenta de que tenía oído musical.

 

No sabemos leer ni escribir notas musicales...Somos músicos de oído.  Nuestras herramientas musicales son espirituales.  Tenemos el privilegio por Su misericordia en ser los primeros informados del nuevo lema de cada año, el mensaje revelado de Dios a nuestro lider, el cual se expone a todo el Pueblo en cada Conferencia Internacional.  Para poder transmitir el sonido musical a lo que el Espíritu de Dios quiere, nos preparamos con una responsabilidad meticulosa y con una mente consagrada y dedicada a Dios.  La música empieza en una hoja en blanco y se va formando cuando el Maestro comienza a escribir lentamente bellas notas musicales.  Esas notas musicales son nuestras oraciones y lagrimas de nuestros corazones a Él.  Entonces se convierten en una pieza delicada y exquisita que es la Música, por lo tanto, nuestro mensaje a todos los que le adoran es el siguiente:

-Expresen su Adoración y Alabanza, no de una manera mecánica, sino a una idea veraz de consagración, dejando todos los obstaculos del corazón atrás.  Nada es más importante que estar en la presencia de Dios...

¡Aláben con todo el Corazón!